Roman GłogulskiPara superar la brecha digital, los centros comunitarios digitales se han convertido en una solución popular para las organizaciones que trabajan para conectar áreas remotas. Estos espacios físicos brindan acceso a Internet, dispositivos tecnológicos y habilidades digitales. También conocidos como cibercafés y telecentros, estos laboratorios de computación locales tienen tres objetivos principales:
1. Restaurar el acceso a Internet en áreas previamente desconectadas.
2. Brindar capacitación en habilidades digitales para dotar a los ciudadanos del conocimiento necesario para utilizar la tecnología.
3. Permitir que individuos y comunidades utilicen estos recursos para el desarrollo personal y económico.
Dado que estos centros pueden beneficiar a las comunidades y servir como un puente hacia el mundo digital, surge la pregunta: ¿Pueden los centros de acceso público a Internet ser verdaderamente sostenibles y autosuficientes financieramente?
A continuación, presentamos tres ideas extraídas de los centros comunitarios digitales establecidos bajo la Iniciativa Airband de USAID/Microsoft, una asociación público-privada destinada a proporcionar un mayor acceso a Internet a mujeres de todo el mundo.
Los socios involucrados en la iniciativa, incluidos proveedores de servicios de Internet (ISP) y empresas tecnológicas, construyen y administran estos centros en áreas rurales y semi-rurales. Después del apoyo financiero inicial de USAID y Microsoft, los centros se esfuerzan por lograr la autosuficiencia financiera.
Barreras para mantener los laboratorios de computación
Los centros comunitarios digitales a menudo dependen de fondos de donantes, lo que plantea preocupaciones sobre su rentabilidad a largo plazo. La Iniciativa Airband de USAID/Microsoft proporciona financiamiento para lanzar estos centros, después de lo cual los centros son responsables de asegurar fondos para continuar sus operaciones.
Sin embargo, los altos costos de operación y mantenimiento pueden plantear desafíos significativos para los telecentros. En la mayoría de los casos, es posible que los miembros de la comunidad no vean el valor de pagar por los servicios del centro si no los consideran valiosos.
Lograr un equilibrio entre el acceso asequible y el valor percibido es crucial para crear una base de usuarios autosostenible. Esto requiere una comprensión profunda de las necesidades y aspiraciones de la comunidad.
3 estrategias para mantener los cibercafés
Teniendo en cuenta estos desafíos, cada socio de la Iniciativa Airband ha implementado diferentes estrategias para mantener las operaciones del centro.
1. Microempresa: centros comunitarios como cibercafés
Un enfoque prometedor es transformar los centros comunitarios en microempresas autosostenibles. Por ejemplo, convertirlos en cibercafés que cobran tarifas por acceso a Internet y otros servicios como impresión, escaneo, capacitación en desarrollo profesional y emisión de documentos.
De esta manera, los centros pueden generar ingresos al tiempo que satisfacen las necesidades de la sociedad. New Sun Road (NSR), una corporación pública y socia de la Iniciativa Airband de USAID/Microsoft en Guatemala, ha implementado con éxito este enfoque.
«NSR ha implementado un modelo de negocio basado en datos financieros históricos recopilados de la comunidad. Este modelo tiene como objetivo cubrir los costos operativos y cambiar el camino del centro comunitario hacia una senda de ganancias a partir de los ingresos generados actualmente», dijo Susana Arrechea, Directora de Programas Globales de NSR. Actualmente, cinco de los nueve centros de NSR generan suficientes ingresos para cubrir los costos operativos.
La naturaleza remota de estas áreas hace que los servicios ofrecidos sean altamente valiosos, lo que alienta a los miembros de la comunidad y a las personas de las regiones vecinas a pagar por su uso. Bluetown, otro socio de la Iniciativa Airband y proveedor de servicios de Internet en Ghana, replica este modelo al transformar sus laboratorios de computación en centros de negocios donde cualquiera puede pagar por acceso a Internet, impresión de documentos, diseño de CV y capacitación en habilidades informáticas.
2. Colaboraciones: encontrando estabilidad financiera juntos
Las colaboraciones pueden ser otro camino para lograr la sostenibilidad. «Para nosotros, la clave del éxito es tener múltiples socios y colaborar con todas las partes interesadas», dijo Lene Schulze, Jefa de Alianzas Globales de Bluetown. «Todos deben participar e invertir algo para que suceda». Este modelo permite que los centros apoyen financieramente a otras organizaciones y asociaciones en beneficio mutuo.
Bluetown colabora con la agencia humanitaria CARE International para financiar conjuntamente los costos de sus microoperadores, quienes se desempeñan como facilitadores para la participación comunitaria en los centros comunitarios de Bluetown. A través de esta asociación, Bluetown puede continuar pagando los salarios de los microoperadores después de que se agoten los fondos externos, mientras que CARE utiliza sus habilidades para involucrar a las comunidades en sus proyectos agrícolas en las mismas áreas. El acuerdo de cofinanciamiento permite que los microoperadores administren efectivamente su tiempo trabajando para ambas organizaciones.
Anditel, una empresa de telecomunicaciones colombiana y socia de la Iniciativa Airband, también ha tenido éxito a través de nuevas colaboraciones con tres organizaciones: la fundación Ayuda en Acción, la fundación Council of American Enterprises (CEA) y el Capítulo de la Sociedad de Internet de Colombia. Estas organizaciones abordan las necesidades de poblaciones vulnerables en áreas remotas de Colombia, centrándose en la sociedad, la economía, la educación y el desarrollo productivo, al tiempo que hacen del acceso a la tecnología un pilar central de sus programas.
Para estas organizaciones, los centros equipados con acceso a Internet de Anditel brindan una oportunidad para compartir recursos y continuar programas para alcanzar sus objetivos. Por ejemplo, la fundación Ayuda en Acción estableció un sistema de información que ayuda a los agricultores de cacao a mejorar la calidad de sus cosechas. El sistema funciona en la red de Anditel, y la fundación capacita a los agricultores que visitan los centros de Anditel sobre cómo utilizar estas herramientas y mejorar su producción.
De manera similar, la fundación CEA utiliza las capacidades de comunicación proporcionadas por los centros de Anditel para brindar mentoría y capacitación en habilidades empresariales a través de la plataforma HPlife. Esta plataforma enseña habilidades comercializables y conceptos básicos relacionados con el espíritu empresarial entre estudiantes y emprendedores.
En última instancia, la colaboración con el Capítulo de la Sociedad de Internet de Colombia ayuda a Anditel a promover y desarrollar Internet como una infraestructura técnica global. Estas colaboraciones han permitido que Anditel mantenga una amplia gama de casos de uso para sus redes de comunicación.
3. Participación comunitaria: fomentar la apropiación
Promoviendo la participación comunitaria y la participación activa, los centros comunitarios digitales pueden convertirse en partes integrales de las comunidades. Esto requiere construir confianza, comprender las dinámicas locales y considerar las sensibilidades culturales.
Los Comités de Liderazgo de Mujeres de NSR, que son grupos de mujeres responsables de gestionar y mantener cada centro, enfrentaron desafíos cuando asumieron las responsabilidades del centro, encontrando resistencia de líderes masculinos en los Consejos de Desarrollo Comunitario que se oponían a que las mujeres ocuparan puestos de liderazgo.
Los comités lograron superar estas dinámicas de poder invitando a los líderes masculinos a participar en los centros a través de capacitación personalizada, ayudándolos a comprender cómo los beneficios de las mujeres en puestos de liderazgo impactan a toda la comunidad. Esto fortaleció un sentido de apropiación entre todos los miembros de la comunidad, permitiéndoles sentir orgullo y responsabilidad de mantener las operaciones del centro.
El camino hacia la sostenibilidad es largo
La sostenibilidad es crucial para el funcionamiento a largo plazo de los centros comunitarios digitales. Ir más allá de los modelos de financiamiento tradicionales y buscar estrategias nuevas e innovadoras puede garantizar la autosuficiencia de estos centros. Al crear microempresas, forjar alianzas financieras e involucrar a las comunidades, los centros y los laboratorios de computación pueden convertirse en motores de desarrollo y empoderamiento digital en áreas remotas.
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