Impact of Late-Night Smartphone Use on Melatonin Levels

Un estudio reciente reveló que el uso de un smartphone sin filtro de luz azul reduce significativamente los niveles de melatonina en comparación con la lectura con un filtro o un libro de papel. Los adolescentes lograron restaurar sus niveles de melatonina antes de dormir, a diferencia de los adultos que experimentaron más reducciones en esta hormona. Para mantener un sueño saludable, se recomienda evitar el uso del smartphone en la hora previa a acostarse.

Con el creciente uso de smartphones y otros dispositivos que emiten luz artificial de onda corta, han surgido preocupaciones sobre su impacto en el sueño. Estos dispositivos pueden interrumpir la producción natural de melatonina en el cuerpo. El principal objetivo del nuevo estudio fue determinar si los filtros de luz azul podrían mitigar estos efectos negativos y comparar la respuesta de los adolescentes y adultos a la exposición a la luz nocturna.

La melatonina es una hormona producida en el cerebro que regula los ciclos de sueño-vigilia. Su producción depende de la exposición a la luz: los niveles de melatonina aumentan por la noche en la oscuridad, promoviendo la somnolencia, y disminuyen por la mañana cuando se expone a la luz, ayudando al cuerpo a pasar a un estado de vigilia. La melatonina juega un papel clave en sincronizar los ritmos internos del cuerpo con el ciclo natural día-noche, asegurando un sueño saludable e ininterrumpido.

La investigación realizada por Christopher Hen del Laboratorio de Sueño, Cognición y Conciencia de la Universidad de Salzburgo encontró que el uso de smartphones y otras pantallas que emiten luz en las horas tardías es cada vez más común tanto en adolescentes como en adultos. Quedan muchas preguntas sobre el impacto de la luz de onda corta en la sensibilidad a la luz y el tiempo de recuperación de los niveles de melatonina. La eficacia de los filtros de luz azul en software también sigue siendo poco clara. Hen enfatizó la importancia de estudiar estos aspectos, ya que impactan directamente en la vida diaria de la mayoría de las personas.

En el estudio participaron 68 hombres divididos en dos grupos de edad: 33 adolescentes (14-17 años) y 35 adultos jóvenes (18-25 años). Los participantes fueron monitoreados durante 14 días y pasaron tres noches en un laboratorio de sueño, leyendo bajo diferentes condiciones de iluminación: usando un smartphone sin filtro de luz azul, con un filtro de luz azul y con un libro impreso regular.