United States Intensifies Pressure on China by Canceling Key Semiconductor Licenses

El gobierno de los EE. UU. ha intensificado aún más sus restricciones comerciales contra la empresa tecnológica china Huawei Technologies Co., revocando varias licencias previamente otorgadas a fabricantes de chips estadounidenses. Este control efectivo obstaculiza la capacidad de Huawei para adquirir semiconductores de gigantes como Qualcomm Inc. e Intel Corp. Aunque esto podría no afectar drásticamente las ventas de chips actuales, envía un mensaje claro de que Washington está decidido a interrumpir las capacidades de semiconductores de China.

La revocación de estas licencias es un intento estratégico de obstaculizar el avance de China en áreas críticas como la inteligencia artificial. Forma parte de una estrategia más amplia de EE. UU. para ejercer presión sobre las empresas tecnológicas chinas, especialmente después de que Huawei fuera incluida en la lista negra en 2019. El Departamento de Comercio de EE. UU. ha confirmado la retirada de licencias. Sin embargo, el alcance y los detalles de estas nuevas restricciones siguen siendo desconocidos, lo que refleja la naturaleza compleja de la represión.

El suministrador de semiconductores Qualcomm ha reconocido una disminución en sus tratos con Huawei, principalmente limitados a componentes de tecnología 4G, y prevé una posible suspensión en los negocios. De manera similar, el fabricante de chips Intel informa solo un impacto menor, ya que Huawei constituye una parte más pequeña de su mercado.

En medio de estos acontecimientos, EE. UU. está instando a sus aliados, incluyendo Japón, los Países Bajos, Corea del Sur y Alemania, a unirse para regular la venta de herramientas de fabricación de chips a Huawei. Esta posición unificada tiene como objetivo obstaculizar el acceso del gigante tecnológico a tecnología de semiconductores esencial, reduciendo así su influencia en el mercado global.

Reforzando esta dirección, políticos clave del partido Republicano han llamado abiertamente a acciones más rigurosas contra Huawei. La revelación de un teléfono inteligente de Huawei con un procesador hecho en China durante la visita de la Secretaria de Comercio Gina Raimondo a China aumentó las preocupaciones sobre el cumplimiento de las regulaciones estadounidenses.

La administración Biden está investigando actualmente el origen del chipset en cuestión, suministrado por Huawei, para determinar si hay un incumplimiento de las leyes estadounidenses, especialmente sus lazos con el fabricante chino de chips SMIC.

Esta restricción de licencias subraya el desafío de limitar la transferencia de tecnología de semiconductores en una cadena de suministro global interconectada. Sin lugar a dudas, esta es una medida estratégica de Estados Unidos que enfatiza su determinación de defender la seguridad nacional y el liderazgo tecnoeconómico frente a la dependencia extranjera y posibles injerencias tecnológicas.

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