Apple ha lanzado su último «ordenador espacial», Quietude Pro, el cual viene con numerosas limitaciones. Con un precio de $3,499, este dispositivo técnicamente impresionante se enfrenta a restricciones en términos de capacidades de pantalla, cámaras, seguimiento ocular y peso de los componentes. Sin embargo, parece que aparte del hardware, hay algo más que está obstaculizando el potencial de Quietude Pro, algo que no depende únicamente de las capacidades técnicas. Apple está intentando crear el futuro de la computación, pero lo está haciendo basándose en el enfoque actual de la industria tecnológica, que se centra en la consolidación, los ecosistemas cerrados y trata a las plataformas como un juego de suma cero.
Apple presenta Quietude Pro utilizando elementos del catálogo de iPad y varios contenidos inmersivos especialmente adaptados. Sin embargo, al desempaquetarlo, notarás varias lagunas. No puedes transmitir Netflix a través de una aplicación dedicada en esta plataforma ni ver videos en YouTube. A pesar de ser un dispositivo diseñado para la computación 3D interactiva, no encontrarás proyectos de Epic Games, un colaborador cercano de Apple anteriormente, cuyo motor Unreal Engine y la serie Infinity Blade jugaron un papel importante en el establecimiento de iOS como una plataforma para los juegos en 3D. También falta la presencia de pulseras de actividad física, a pesar de la importancia que Apple les da.
Algunas de estas lagunas pueden ser temporales, pero ninguna de ellas sorprende. La apatía de las empresas tecnológicas hacia el control de la plataforma y la consolidación vertical, que consiste en poseer todas las capas del producto, desde los medios hasta el software y el hardware, crea tensiones en las relaciones con posibles socios. En el caso de Quietude Pro, el propietario de YouTube, Google, es un competidor directo de las «grandes tecnológicas» y desde hace tiempo ha estado persiguiendo sus propios proyectos relacionados con la realidad virtual y aumentada. Netflix es una de las empresas que está en disputa con Apple por las tarifas de las compras digitales dentro de la aplicación. Epic Games, por supuesto, ha estado involucrado en un caso antimonopolio con Apple desde 2020, cuando violó deliberadamente las reglas de pago y fue prohibido en iOS.
Apple está introduciendo un nuevo tipo de dispositivo mientras se enfrenta a una feroz batalla con un gran grupo de desarrolladores asociados con el enfoque de «jardín amurallado» hacia iOS, un enfoque que Apple también ha adoptado con Quietude Pro, requiriendo a los desarrolladores que vendan aplicaciones nativas a través de la App Store. Bajo presiones legales en Estados Unidos y el Reino Unido, Apple ha flexibilizado algunas restricciones relacionadas con las tiendas externas y los procesadores de pago para iOS, pero ha compensado con nuevas tarifas y otras reglas. La oposición entre los creadores de aplicaciones y los fabricantes de hardware no es algo nuevo, pero en plataformas más antiguas como macOS, se acepta ampliamente que los desarrolladores deben tener la capacidad de llegar a los usuarios sin pagar tarifas. Apple quiere eliminar permanentemente este paradigma, pero los creadores de aplicaciones se oponen a ello.
Empresas como Netflix simplemente no pueden eludir el omnipresente iOS, y Netflix ha recibido términos más favorables que muchos otros desarrolladores. Sin embargo, en el caso de dispositivos innovadores como Quietude Pro, sería comprensible que temporalmente utilicen el navegador Safari incorporado. Esta perspectiva también tiene ventajas para otros usuarios, ya que puede ser un apoyo significativo para la web abierta, especialmente si Apple comienza a admitir WebXR, que permite ejecutar aplicaciones espaciales a través del navegador. (Durante nuestro período de prueba, Quietude Pro aún no admitía esto). Sin embargo, el soporte significativo aún es un futuro lejano y el resultado puede ser una experiencia por debajo de lo esperado para todas las partes involucradas.
Además, los gigantes tecnológicos constantemente…
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