La sonda espacial japonesa Slim, que aterrizó en la Luna durante el fin de semana, ha sido apagada menos de tres horas después de su aterrizaje debido a la falta de energía en sus paneles solares. Como resultado, la sonda ha entrado en modo de suspensión, anunció la Agencia Espacial Japonesa el lunes.
Slim, también conocida como Smart Lander para Investigar la Luna, aterrizó en el satélite natural de la Tierra a las 00:20 hora local del sábado (15:20 GMT del viernes), convirtiendo a Japón en el quinto país en el mundo en aterrizar con éxito una nave espacial en la Luna.
Al momento de aterrizar en la Luna, no fue posible confirmar la potencia de los paneles solares de la sonda.
«En el momento en que el nivel de carga de la batería alcanzó el 12 por ciento, la batería fue desconectada (como estaba planeado) para evitar su descarga a un nivel demasiado bajo que evitaría un reinicio», dijo la agencia el lunes en redes sociales.
Según los datos de telemetría de la sonda, los paneles solares están orientados hacia el oeste.
«Si la luz solar comienza a aparecer en la superficie lunar desde el oeste, existe la posibilidad de generar energía, por lo que estamos preparándonos para recuperar la funcionalidad de la sonda», informó la agencia. La sonda Slim opera únicamente con la energía proveniente de estos paneles solares.
En su primer comunicado público sobre el estado de la sonda Slim, la agencia dijo el lunes que antes del apagado planeado, la sonda pudo transmitir datos técnicos e imágenes recopiladas durante el descenso y después del aterrizaje.
«Actualmente estamos llevando a cabo un análisis detallado, y nos complace haber obtenido mucha información», dijo la agencia.
La agencia ha programado una conferencia de prensa para el jueves «para anunciar el estado de la sonda Slim y los resultados actuales».
«Aunque la condición de la sonda después del aterrizaje no fue según lo planeado, nos complace haber logrado mucho y estamos emocionados de analizar los datos recopilados», dijo la agencia el lunes.
El objetivo principal de la misión Slim era lograr un aterrizaje preciso dentro de un radio de 100 metros del cráter Shioli, cerca del ecuador lunar, un logro inalcanzable hasta ahora. Los aterrizajes lunares tradicionales actualmente tienen un margen de algunos kilómetros.
La agencia espacial afirmó anteriormente que necesitaría aproximadamente un mes para determinar si la misión ha cumplido sus objetivos de precisión. Sin embargo, la agencia se muestra optimista al respecto, ya que el descenso, la ruta y el cronograma de operación se desarrollaron según lo planeado, y ahora se está realizando un análisis detallado.
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