Un propietario de una tienda de teléfonos móviles de segunda mano de Beijing, de apellido Wu, y su proveedor, de apellido Liu, han sido condenados por el Tribunal de Dongcheng por delitos relacionados con la ocultación y el disfraz de los beneficios del fraude telecomunicativo. El dúo estuvo involucrado en una estafa sofisticada que capitalizaba la venta de teléfonos móviles y tabletas nuevas a precios inferiores al del mercado, los cuales, de hecho, fueron obtenidos mediante fraude.
Wu conoció a Liu en junio de 2023, quien rutinariamente le suministraba teléfonos y tabletas nuevos y sin abrir de marcas reconocidas. Luego, Wu vendía estos artículos a un precio casi mil yuanes por debajo del valor de mercado. El negocio operó durante dos meses antes de que la policía los detuviera. Las investigaciones revelaron que Wu y Liu eran el último eslabón en una cadena de fraude en telecomunicaciones.
Los estafadores aguas arriba publicaban anuncios llamativos en plataformas sociales y aplicaciones de videos cortos, incitando a las víctimas a hacer clic en ofertas para ganar dinero fácilmente en su tiempo libre. Al hacer clic en estos anuncios, los guías de servicio al cliente inducían a las víctimas a realizar pagos para convertirse en miembros premium con el atractivo de obtener recompensas más altas. Una vez que la víctima quedaba enganchada y cometía un error significativo que resultaba en pérdida de dinero, el servicio al cliente ofrecía ayudarles a recuperar sus pérdidas con tareas aún «mejores».
Una de esas tareas implicaba que las víctimas realizaran pedidos a través de plataformas de entrega en tiendas especializadas de teléfonos móviles y que los mensajeros entregaran los teléfonos en ubicaciones predeterminadas donde los estafadores los recogerían. Estos teléfonos obtenidos fraudulentamente eran posteriormente vendidos por personas como Liu, llegando finalmente a las tiendas de distribuidores de teléfonos móviles de segunda mano como Wu para su venta.
La investigación del tribunal reveló que Wu y Liu sabían bien el origen criminal de los teléfonos móviles y tabletas, pero aun así continuaron con sus ventas y compras, facilitando la transferencia de bienes ilícitos que incluían 30 teléfonos móviles y una tableta, por un total de más de 260,000 yuanes.
El Tribunal de Dongcheng sentenció tanto a Wu como a Liu a tres años y tres meses de prisión, con multas adicionales, por su papel en la ocultación y el lavado de los beneficios del crimen. El juez, el Sr. Chen Chunsheng, destacó la lección para el público de mantenerse vigilante y no caer en esquemas de dinero fácil, instando a las víctimas a reportar a las autoridades de inmediato para evitar una mayor explotación.
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