US Sanctions Impact Chinese Tech Advancements, Asserts Commerce Secretary

Las sanciones de EE. UU. parecen estar afectando el desarrollo tecnológico chino, especialmente en la industria de semiconductores. El reciente lanzamiento del Huawei Mate 60 Pro con el SoC Kirin 9000s ha generado debates sobre las tensiones comerciales en curso entre Estados Unidos y China. La secretaria de Comercio de los EE. UU., Gina Raimondo, ha destacado que las capacidades de este chip chino quedan rezagadas en comparación con la tecnología avanzada de semiconductores producida en los Estados Unidos.

El Kirin 9000s, resultado del proceso de fabricación de 7 nm de SMIC, carece de la precisión de la litografía por ultravioleta extrema (EUV), una tecnología restringida para empresas chinas debido a las políticas de EE. UU. A modo de comparación, los líderes de la industria ahora están implementando tecnologías como el proceso de 3 nm que se encuentra en los últimos teléfonos inteligentes estadounidenses.

Raimondo articuló el éxito de los controles de exportación de EE. UU. para limitar el progreso de China en el campo de los semiconductores, enfatizando cómo los Estados Unidos siguen a la vanguardia de la innovación en este espacio. Destacó que esta destreza tecnológica también contribuye a la seguridad nacional, ahora definida por tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial y drones.

Durante una entrevista, Raimondo habló de las medidas estrictas del Departamento de Comercio para evitar que los semiconductores diseñados por empresas estadounidenses lleguen a China y Rusia. Esto incluye la completa cesación de ventas de chips a Rusia, que ha recurrido a utilizar chips de electrodomésticos para su hardware militar debido a la prohibición.

Discusiones posteriores revelaron el delicado equilibrio del comercio con China, que afecta a numerosos empleos estadounidenses. La secretaria expresó el deseo de comerciar una amplia gama de bienes mientras se resguardan los intereses de seguridad nacional.

También mencionó las vulnerabilidades inherentes de depender de Taiwán para la fabricación de semiconductores, impulsando esfuerzos como el CHIPS Act para revitalizar la industria de semiconductores en Estados Unidos. Este movimiento legislativo complementa la estrategia de la administración Biden al invertir en la fabricación nacional de semiconductores.

Sus declaraciones indican una postura firme sobre las políticas comerciales internacionales y la exigencia de altos estándares de responsabilidad corporativa, incluso cuando los negocios se ven afectados por tales decisiones, haciendo referencia a acciones que han afectado a gigantes como Intel. Estas ideas reflejan un enfoque centrado en proteger la supremacía tecnológica y la seguridad nacional estadounidenses.

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